El estudio tiene como objetivo ayudar a los países en desarrollo para que aprovechen su capacidad innovadora con relación a la economía, puedan maximizar el comercio y ampliar los beneficios mediante el reconocimiento de la economía creativa como una opción viable para vincular los objetivos de desarrollo a los aspectos económico, tecnológico, social y cultural.

El estudio de 350 páginas demuestra que los países en desarrollo pueden optimizar el potencial de la economía creativa para generar el crecimiento económico, la creación de empleo y los ingresos de exportación y al mismo tiempo promover la inclusión social, la diversidad cultural y el desarrollo humano.

Reúne las contribuciones de cinco organizaciones de las Naciones Unidas, a saber, la UNCTAD, el PNUD, la UNESCO, la OMPI y el Centro de Comercio Internacional (CCI), en un esfuerzo conjunto para mejorar la coherencia de las políticas y la acción internacional en este ámbito.