No existen datos precisos plasmados en libros que establezcan una fecha probable del inicio de su construcción, pero se cree que fue entre 1538 y 1570, cuando se efectuó la fundación de Tacámbaro, dando lugar también a un convento agustino. Durante este tiempo la Catedral fue devastada por tres incendios, según refiere el cronista de la ciudad, Vicente Gil Méndez; el último fue el 11 de abril de 1865, cuando los belgas fueron derrotados por Nicolás de Régules, lo cual originó que el párroco Crisanto Gómez decidiera poner bóveda al edificio, iniciándose estos trabajos en 1891 con la cooperación del pueblo. Sus campanas son consideradas parte importante de la historia de la misma Catedral. Según lo refiere el investigador Evelio Vargas Ornelas, las campanas actuales son de principios del siglo XX, ya que las más antiguas fueron destruidas por los incendios suscitados. Son cuatro campanas que están distribuidas según los puntos cardinales: la primera, dirigida hacia el norte, la mandó hacer Rafael Béjar el 7 de enero de 1898 y está dedicada a San Rafael, la cual tiene visibles los hoyos hechos por las balas durante la Revolución; la segunda está ubicada hacia el sur y fue hecha el 20 de agosto de 1900, está dedicada a San Ramón; la tercera está hacia el oriente y la mandó hacer el sacerdote Francisco Rubio en 1918, pagada por Vicente Herrera, y la cuarta se mandó hacer en mayo de 1915 y la pagó Teodoro Cavaría y está dedicada a la Virgen de Guadalupe. El interior El altar central consta de dos cuerpos y un basamento. En la parte central de este último se encuentra la sede episcopal, y al centro del primer cuerpo se encuentra un nicho donde se venera al Cristo de los Tablajeros o de la Salud, que data del siglo XVIII. En el segundo cuerpo existe la escultura de San Jerónimo que data del siglo XIX. En el eje de la cúpula existen dos altares formados por un solo cuerpo de cuatro columnas cada uno y seis pilastras de estilo jónico, compuestos con macetones y un medallón con una cruz al centro, retocados con molduras doradas. El trono de Dios, un atractivo, a la mitad de la Catedral, al lado izquierdo, se encuentra una capilla que fue diseñada por Manuel González Galván y construida en los años 70, es de estilo neoclásico, compuesta de una cúpula pequeña de ladrillo rojizo. En el centro se encuentra la escultura en bronce El trono de Dios, que fue elaborada por Miguel Velázquez Tracy e inspirada en el Apocalipsis; mide 1.90 por 1.90 metros y fue bendecida el 28 de octubre de 1972. Contiene unas manos estigmatizadas que simbolizan a Cristo muerto y resucitado, una espada de dos filos que encarna la palabra de Dios que sale de su boca, siete llamas que significan el Espíritu Santo y la Iglesia universal, siete cuernos que aluden a la omnipotencia de Cristo y siete ojos que representan la presencia de Cristo en todas partes. También está integrada por cuatro figuras, Toro, León, Hombre y Águila, que simbolizan la naturaleza animada e inanimada, así como los evangelistas Mateo, Juan, Marcos y Lucas, respectivamente. La nave principal está apoyada sobre pilastras y arcos de cantera separados por una distancia de cinco metros, con una gran cúpula de cobre que antes era de cantera blanca pero que colapsó en el sismo de 1985. Su estilo general corresponde al siglo XIX y principios del XX. La bóveda posee una moldura de yeso dorado con dos arcos. Los muros están divididos por pilastrones de cantera gris que son de estilo dórico y decorados en color oro. El tambor de la cúpula es de forma circular y mide 6.50 metros de altura y once metros de diámetro, posee pilastras de estilo jónico. La cúpula es semiesférica, reconstruida con estructura de acero y cubierta al exterior con láminas de cobre y al interior con yeso decorado en oro, observándose debajo del tambor medallones de los evangelistas Juan, Marcos, Mateo y Lucas. El convento Durante los trabajos de reconstrucción de la Catedral, luego de su afectación durante el sismo de 1985, se descubrieron restos originales del convento del siglo XVI. Entre estos se encuentran la esquina norte del claustro principal, una columna monolítica con su base, dos arcos completos, las dos impostas en que se apoyan los muros y un tercer arco que da hacia el inmueble donde estuvo la Cárcel Municipal. Los arcos se supone que fueron cubiertos durante la Revolución por la forma de la herrería, su forma y aspecto rústico. De acuerdo a la forma de la Catedral, se cree que todavía existe uno oculto, por lo que corresponderá a las autoridades hacer las investigaciones pertinentes.
Cambio de Michoacán, http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-231927.