En este templo, similar a otros en el Estado, la proporción se “pierde” un poco; la presencia de la torre es un tanto masiva. La fachada resulta algo más geométrica, como revela el perfil escalonado de remate, su decoración es a base de motivos gráficos o lineales. La entrada se encuentra precedida de un pórtico con tejado a dos aguas. Está construida de piedra. Hay una placa que conmemora en primer centenario (1836-1936) de la dedicación del templo a San Felipe de Jesús de China. Al haber construido al lado el templo nuevo, éste se halla muy deteriorado, sobre todo en su interior. Incluso la escultura del patrono, posiblemente de 1836, también está deteriorada.