Lacas y maque
Laca decorada

Arcones y baúles, cajas, charolas, joyeros, bateas, alhajeros, costureros, jícaras, máscaras, marcos, biombos y otros muebles

Maderas: de copal, linaloe y pino, triplay de diversas maderas; bules y calabazas, jícaras.
Tierras para la dolomía: tecoztle, toctetl y tesicaltetl.
Aceite de linaza y de chía.
Pigmentos minerales industrializados.

Manos, bruñidores de piedra, pinceles, pluma de guajolote, espina de hoja de maguey.

La aplicación de la base de laca es a partir de varias capas alternadas de aceite, tierras y, al final, tierras con pigmento. Se va bruñiendo con la mano y la piedra para que se adquiera a la superfiecie.
Dorar, decorar la superficie con pincel. Anteriormente se refería a pequeñas bandas de hoja de oro, estaño o plata que se aplicaban cerca de la boca y base.
Rayado, sobreponer a la base de laca una segunda capa, a la que aún fresca se delinea un dibujo con una espina; se vuelven a aplicar capas de tierras y colores, y con la espina o pluma se vacía el contorno de la figura hasta dejar al descubierto la primera capa, creando dibujos en relieve.

Los baúles de dones y de feria eran adquirido como parte del ajuar de novia. Las jícaras se han utilizado en diversas comunidades para servir líquidos fríos o sobre la cabeza. Las cajitas han servido como alhajeros. Los máscaras de tigre en forma de casco son parte de las danzas tradicionales.

Desde hace varios siglos ha coexistido la demanda de objetos suntuarios con objetos populares adquiridos en ferias. Desde los cincuenta del siglo XX, con el surgimiento de instituciones avocadas al desarrollo artesanal, los promotores y comercializadores influyeron en el tipo de objeto y el aumento en la producción. De unas cuantas familias que se dedicaban a producir en los años sesenta, prácticamente toda la comunidad lo realiza a partir de los años ochenta.

Es ambigua la situación legal de la madera de linaloé. La madera no parece estar protegida, es evidente la escasez en la región; por otra parte sí está prohibido el proceso de extracción de esencia de linaloe con alambiques.

Los y las artesanas de Olinalá, Guerrero, obtuvieron el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el Campo VI: Artes y Tradiciones Populares, en 1993.
Francisco Chico Coronel obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo VI: Artes y Tradiciones Populares, en 2007.
La comunidad de Olinalá cuenta con la Denominación de Origen Laca de Olinalá, la cual no ha sido adoptada e instrumentada por ellos.
Francisco Chico Coronel Navarro y Dámaso Ayala Jiménez han sido reconocidos como Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano por Fomento Cultural Banamex, además de recibir numerosos premios y reconocimientos.

A pesar del éxito comercial de la laca de Olinalá, existe una tendencia de envejecimiento de los artesanos, pues las nuevas generaciones muestran poco interés debido a los bajos precios que pagan los intermediarios. Además, por la alta demanda, ha surgido una cadena productiva y los que participan en la preparación de materiales o proceso intermedios, son quienes menos reciben por su trabajo.

Espejel, Carlos, Olinalá, Museo Nacional de Artes e Industrias Populares/INI, México, 1976.
Varios autores, Lacas mexicanas, Colección Uso y Estilo, Museo Franz Mayer/Artes de México, México, 1997.