Titiritero y escenógrafo. En 1958 inició estudios de teatro y realizó la escenografía para la obra La mujer no hace milagros, de Rodolfo Usigli, trabajo con el que recibió el primer premio del V Festival de Teatro del Noroeste. Obtuvo una beca para estudiar escenografía, arte teatral y guiñol en el INBA. Ahí obtuvo el primer lugar por la elaboración de los muñecos El Cascabelito y La Bruja, en 1959. Ese año retornó a su tierra e ingresó a la Universidad de Sinaloa, para luego crear un grupo de teatro guiñol, a la vez que continuaba su trabajo de escenógrafo sumando reconocimientos, como el que recibió por la maqueta para la obra Cuartelazo, de Federico S. Inclán; después obtuvo otra mención por la escenografía de la obra El clamor de la Tierra, de Luz María Servín. En 1960 abandonó el trabajo escenográfico para dedicarse totalmente al teatro guiñol. Creó bellos muñecos y realizó montajes inolvidables, que lo convirtieron en uno de los titiriteros más importantes de México y receptor del reconocimiento internacional. En 1984 el comité organizador del XII Festival Internacional Cervantino le otorgó un reconocimiento a su gran trayectoria. En 1992 don Pedro fue invitado a participar en el XIII Festival Internacional de Títeres y Marionetas en Zaragoza, España. La Dirección de Investigación y Fomento de Cultura Regional (Difocur) publicó un libro que versa sobre su quehacer y su vida, Pedro Carreón, artista mexicano. La galería de arte infantil del Centro Cultural Genaro Estrada, en la ciudad de Culiacán, lleva su nombre.