En 1987, el gobierno del estado de México realizó un proyecto arquitectónico en lo que fuera la Hacienda de San José La Pila, cuya función principal fue abastecer de agua a la comunidad a mediados del siglo XVI.

El 27 de abril de ese año, siendo gobernador Alfredo Baranda, y Miguel de la Madrid presidente de México, inauguraron de manera oficial el espacio, bajo el nombre de Centro Cultural Mexiquense, lugar que los arquitectos José Luis Pérez Maldonado, Mario Schjetnan Garduño y Víctor Monsiváis, con ayuda del Maestro Luis Nishizawa, se encargaron de transformarlo en un centro destinado para la cultura mexiquense.

Este complejo alberga a los Museos de Antropología e Historia y de Arte Moderno, la Biblioteca Central y el Archivo Histórico del Estado de México; en una parte del casco de la hacienda se encuentra el Museo de Culturas Populares; estos espacios tienen la fortuna del entorno paisajístico y la vista privilegiada, hasta el Nevado de Toluca.

Se exhiben y resguardan obras pictóricas y bibliográficas de sus más representativos artistas, el trabajo creativo de sus artesanos, quienes acuñan en cada pieza la esencia viva de sus tradiciones, así como los documentos que dieron paso al proceso de industrialización del estado.

El Centro Cultural Mexiquense ofrece múltiples servicios para un público diverso, especialmente niños, estudiantes e investigadores, así como jóvenes y familias que acuden a las exposiciones de pintura, los talleres de manualidades y gran variedad de actividades culturales.

1 de enero de 1987