Variados en tono, voces narrativas, épocas y geografías -la Península de Yucatán o el Río Bravo-, estos cuentos exhalan una escritura pulcra y versada en los terrenos que pisa: la historia, la ciencia, el México de hoy. Entre el Yucatán del siglo XVII y la ciencia ficción se transita por los cercanos lares de la corrupción y el fatalismo a travéz de la saga trágica del Beraima en el tráfico de coca en la frontera norte y la existencia de una hermandad de la salud ligada al pasado. Premio Nuevo León de Literatura 1998.