Relatos marcados por la descomposición física y/o emocional de sus personajes, esa compleja variedad de mutilados, locos, suicidas, vampiros víctimas de ninfómanas, condenados al infierno, padrotes, fracasados, violadores, homicidas, pandilleros, con los que el narrasor encuentra una manera de acercarse al filo de la realidad. Ésta se desvanece de manera paulatina al entrar a dimensiones fantásticas. El libro obtuvo el Premio Estatal de Cuento Beatriz Espejo 2000.