Mediante el testimonio del trabajo cotidiano de Ramón Gutiérrez Lozano en diversas comunidades donde fue profesor, director e inspector de escuelas rurales, se destaca la importancia del periodo de consolidación de este sistema educativo (1930-1950). Ello tiene que ver con cambios en las estructuras y metodologías, como el renovador plan de estudios que trató de vincular a los profesores con las comunidades rurales, también se comprometía a los maestros con los problemas económicos, políticos y sociales de los habitantes.