La escritura se vuwelve cómplice de la liberación de los cuerpos, de la búsqueda de otra forma de vivir. Dos amigas: una mujer de treinta años, madre de tres hijos, atada a un marido que no escogió; la otra, veinte años, inteligente y de buena familia, hippie y drogadicta. Ambas coinciden en un tiempo de borrasca social: los últimos años de las década de 1960. La efervescencia intelectual, los aires de renovación y hastío que produjeron una generación marcada por la rebeldía y la tragedia, llevan a Emilia a repensar sus circunstancias. Y la vía que encuentra para responder a sus preguntas más dolorosas no es fácil. Sus hijos, su familia, su posición social se interpondrán entre ella y la nueva conciencia que empujaba ya a muchas mujeres fuera del ámbito del hogar a buscarse una mejor posición en el mundo. El adulterio, la validez del matrimonio, la sujeción a la familia son problemas que Emilia tendrá que enfrentar para conocer sus verdaderos alcances como mujer en pleno uso de su libertad y su vida, a pesar de la censura familiar, a pesar del movimiento estudiantil, Tlatelolco y los sangrientos acontecimientos que marcaron un rumbo nuevo y azaroso a las siguientes generaciones.