Cuando se viaja a lo largo de la llanura costera del estado de Veracruz, desde Barlovento hasta Sotavento, salta a la vista la continuidad de vastas extensiones en las que plácidamente pastan, aquí y allá, diversos hatos de ganado bovino. De vez en cuando la continuidad de la llanada ganadera es interrumpida por cultivos de maíz o frutales, pero en superficies considerablemente más reducidas de aquellas que están dedicadas a la cría extensiva de reses. Este paisaje pecuario es impresionista, motivo por el cual se ha tipificado a la entidad veracruzana como productora neta de ganado vacuno, tanto de tipo criollo, como de cruzado y mejorado. Su existencia es de alrededor 2 895 250 cabezas, cifra que coloca a la entidad como a la primer productora por el número de unidades de producción por encima de Chihuahua y Jalisco. Sin embargo, estas dos entidades junto con sonora, exportan más cabezas de ganado hacia los Estados Unidos que Veracruz que tiene como principal mercado a la ciudad de México; incluso la producción lechera es inferior en un 50% a la de Jalisco.