La industria salinera es sin lugar a dudas la de mayor tradición en Colima, e igualmente fue hasta finales del siglo XIX el puntal más constante de su economía. Los cultivos y beneficios de cacao, en el siglo XVI, de vino de coco y azúcar a lo largo del XVII y XVIII, a los que se sumó el algodón en el siglo XIX, tuvieron momentos de auge, pero nunca la omnipresencia que la sal mantuvo en el conjunto de la estructura socio económico de la antigua provincia de Colima y su región. Esto es tan cierto que resulta difícil encontrar un aspecto de la historia colimense que se pueda estudiar sin tomarla en cuenta, sea éste político, religioso, económico, cultural o cualquiera otro, en todos los tiempos, aunque sin duda su revelancia fue mayor durante el virreinato y siglo XIX.