ESTATUAS EN BRONCE A LA CERA PERDIDA

Las histéricas padecen
principalmente de recuerdos
TODA MI VIDA HABÍA SIDO ASÍ: cada vez que quería hablar, decir algo que pudiera molestar, reclamar un derecho mío, sentía que me amordazaban. Entendí desde muy pequeña que la batalla estaba perdida de antemano: lo único que puede resultar de un enfrentamiento con una persona violenta e irracional es que propine a su adversario (en otras palabras, yo misma) un golpe bajo la cintura.