Situada entre los callejones del viejo poblado minero de Cosalá, la capilla de Guadalupe se construyó a mediados del siglo XIX. De proporciones discretas, su esquema formal claramente describe el gusto estilístico de la época. Construcción en planta de nave rasa, de mampostería de piedra y bajo un evidente lenguaje neoclásico sobresale por su sencillo esquema formal. La nave del templo se ciñe por gruesos contrafuertes, con la piedra expuesta, contrasta con el albugíneo aplanado de los muros exteriores. La portada principal se engalana con las columnas jónicas que flanquean el acceso en arco de medio punto, sobre el cual se localiza una pequeña ventana coral. Encima del pretil abalaustrado de la fachada, se encuentra un remate conteniendo la imagen guadalupana, culminando éste en un frontis triangular flanqueado por dos ménsulas contrapuestas. Al lado izquierdo, se completa la fachada con un pequeño campanario de sólo un cuerpo, con arcos de medio punto y pilastras también jónicas.

Patrimonio arquitectónico