Su nombre original era Hacienda de San Antonio del Muerto, por ubicarse cerca del Paso del Muerto, nombrado así por la conformación montañosa que parece una persona tendida. La atención la fachada de la capilla, atípica para la región, incluye en su cuerpo principal la espadaña, usualmente dispuesta a un lado. La fachada presenta tres niveles; en el inferior está la entrada, con arco carpanel; en el intermedio, enmarcado por dos grandes semicolumnas sobre plintos, un nicho; el superior es la espadaña-campanario. Tiene diversas molduras e impostas. El lugar fue testigo de batallas revolucionarias, pues por esos lugares era frecuente encontrar a los ejércitos carrancistas y villistas. Durante los últimos años, la hacienda sufrió actos vandálicos y saqueos. Después de años de abandono, en 2007 se anunció que la hacienda sería parte de un proyecto turístico. En 2008 inició su restauración, principalmente de la capilla y la casa curial, los edificios más conservados.