Construida probablemente en 1830, como deseo escrito en el testamento de la viuda de José Antonio de la Garza Saldívar. La capilla fue declarada patrimonio nacional el 7 de enero de 1938. Tuvo intervenciones en 1945 y en la década de los ochenta, cuando se hizo la Macroplaza, obras que, sin embrago, por su escala la anularon visualmente. Aunque su construcción se realizó hacia los primeros años de la década de 1850, su aspecto y técnica constructiva es la misma que se utilizaba en la ciudad desde al menos cien años antes. Tiene una fachada de gran sobriedad franciscana, y aloja un sencillo espacio de una sola nave sin coro. Contigua a la capilla hay dos piezas que suponían alojar usos que auxiliaban al servicio religioso.