El hotel fue proyectado en la época porfiriana, por lo que su aspecto muestra un lenguaje arquitectónico muy academicista, influenciado por los usos del llamado estilo “Beaux Arts”, cuyo origen está en las academias de Francia. El promotor del hotel fue Fernando Ancira, quien después de un viaje por Europa, hizo diseñar y dibujar los planos del “Gran Hotel Monterrey” que haría levantar a su regreso. En 1907 iniciaron las obras de la hostería de 70 cuartos, a cargo del ingeniero Victoriano Huerta, terminándose en 1912. Fue construido con una piedra de cantera extraída de yacimientos del norte de Nuevo León. Con el paso de los años requirió de varias ampliaciones y a principios de los treinta se construyó una nueva sección al lado poniente, a cargo del ingeniero Miguel Osuna, con el ritmo del diseño original, pero con nuevos tratamientos en su composición, ligados al Art Déco. Entre los años 40 y 50 cambió de propietarios y e remodeló con la colaboración de Arturo Pani. Por último, en los 70, se agregó un piso adaptándole unas mansardas.