La construcción de este templo neocolonial con detalles barrocos fue iniciada en 1874, a iniciativa de la Sociedad Católica de Señoras de Monterrey. Fue hasta 29 años más tarde que se concluyó la nave abovedada, el sagrario, la sacristía, el baptisterio y el primer cuerpo de la torre, todo en sillar. Hasta 1945 se terminó de construir el campanario. En la década de 1980 fue objeto de restauración. La fachada-torre es de cinco cuerpos de tipo baldaquino, con agrupaciones binarias de columnas y otros elementos que generan mucho claroscuro. El tercer cuerpo tiene vanos geminados con parteluz central. Hay agrupaciones binarias de pilastras en los extremos del plano de fachada. El resto del templo remite más a lo local por el volumen prismático, aunque en lugar de dejar planos los muros laterales, se han resuelto en un juego de entrantes y salientes a intervalos regulares. La rítmica ruptura de la cornisa potencia ese efecto.