Forma parte de las instalaciones que integraban el proceso textil en la fábrica “Hilados y Tejidos La Fama”, la cual fue pionera de la industria textil regional. Esta planta se fundó en 1870, dieciséis años después de que instalara La Fama, para blanquear las telas que se producían en la fábrica. En alguna época este sitio se usó como fábrica de papel y cartón, como establo y como casa de retiro. En 1997, los Industriales Regiomontanos del Poniente, junto con el municipio, lo rescataron y lo convirtieron en museo, inaugurándose en el 2000. Está declarado como Patrimonio Histórico de la Nación. El inmueble tiene aire colonial y popular, sencillo en sus superficies murales. Tiene vanos remetidos y vierteaguas salientes. Los dinteles de la mayoría de los vanos, rebasan ampliamente la luz de los mismos. La torre prismática, como elemento vertical, genera un fuerte contraste con la dominante horizontal del edificio.