El inmueble es una joya arquitectónica de finales del Siglo XVI y principios del XVII, es de estilo neoclásico con toques de arquitectura virreinal poblana y se distingue por su balcón esquinado, el cual, es uno de los 9 balcones de este tipo y época que se conservan en la ciudad y que vinieron a ser toda una variante decorativa en el diseño de las fachadas civiles de Puebla, modalidad estilística introducida por el arquitecto Pedro López Florín. La entrada principal de la casa se ubicaba por la actual avenida de Juan de Palafox y Mendoza, recien descubierta en 1984, con muestras de elementos del siglo XVI. La disposición de la esquina se encuentra completamente conservada, no siendo así su fachada poniente reformada en el siglo XIX.

El inmueble es una de las primeras casonas edificadas en la ciudad de Puebla y fue construida a finales del siglo XVI y principios del S. XVII por el Capitán Hipólito del Castillo, el cual la utilizó como residencia y posteriormente rentada como bodega. Años después perteneció al General portugués Miguel de Sosa quien se trasladó a vivir con su esposa Margarita de Chávez. Al morir el general sin descendencia, su mujer decide tomar los hábitos de religiosa y renuncia a los bienes temporales que poseía, vendiendo vendiendo algunos de ellos y regalando otros mas. Es así como la casona pasa a manos de Catalina de San Juan (China Poblana) quien vivió allí hasta su muerte en 1688. Después de eso la casona ha tenido varios usos como orfanato, casa particular, sede de la real aduana, etc...