Su nombre significa en lengua maya santo lugar del brujo del agua. Está instalado en un espacio del convento franciscano de San Antonio de Padua, construido durante la segunda mitad del siglo XVI por fray Diego de Landa, el cual posee el atrio cerrado más grande de América. Abrió sus puertas al público el 27 de septiembre de 1986, con un concepto museográfico del antropólogo Juan Santos Cortés. Su acervo es integrado por fotografías antiguas y contemporáneas de la ciudad de Izamal, piezas arqueológicas, objetos de la época de la Colonia, pinturas, biografías de izamaleños ilustres (como el poeta Ricardo López Méndez y el obispo Crescencio Carrillo y Ancona, entre otros), estandartes y documentos históricos. Organiza concursos de historia y dibujo relacionados con la comunidad y coordina cursos de pintura y artesanías y proyectos de rescate patrimonial.

27 de septiembre de 1986