El museo se encuentra ubicado en una casona que fue propiedad de los Romero Rubio. Construida a finales del siglo XIX, fue fábrica de banderas y una sastrería militar llamada “La Principal”; había también estudios de fotografía, consultorios dentales y despachos de diferentes oficios; fue abandonada y después de más de diez años de restauración surge el Museo del Perfume. Se trata de un espacio conceptual, inmersivo, de intercambio cultural y artístico que busca difundir y comunicar la cultura del perfume y los aromas. Su acervo lo conforma una colección de más de 3 mil piezas, entre las que destacan, envases, carteles y libros. Este acervo, se encuentra distribuido en las seis salas que conforman el museo. La colección se formó con una donación y contiene perfumeros de diferentes materiales: de vidrio de Murano (procedente de Italia), cristal de Baccarat (procedente de Francia), cristal cortado y plata. También, envases de perfumes, el más antiguo es de finales del siglo XIX y el último es de los 90 del siglo pasado”, precisa la experta. El acervo también lo compone envases de las boticas del siglo XIX y de diferentes casas perfumeras de renombre: Coty —fundada en París en 1904 y que actualmente ­engloba a marcas como Calvin Klein y Davidoff—, y Chanel —creada en los 20 del siglo XIX en Francia. Cuenta con una sala interactiva con tecnología de inmersión y experimentación.

1 de julio de 2019