Alfarería y cerámica
Barro bruñido

Jarras y jarrones, platos y platones, cantimploras, cuencos, alcancías, ollas de diversas formas y tamaños, tinas para baño, bules, floreros, alcancías de rostros y figuras, miniaturas, máscaras.

Arcilla, engobe color crudo y tierras de diversos colores, pigmentos minerales, leña, estiércol o raya.

Pincel, manos, torno primitivo, bruñidor de pirita o cuarzo.

Una vez preparado el barro se forma la pieza con el torno primitivo, adelgazando las paredes con pedacería de barro cocido; se deja secar.
Se aplica el engobe color crudo de fondo y se bruñe vigorosamente con la piedra o cuarzo que permite fijar la decoración. Ésta se realiza con pincel utilizando los diversos colores naturales de tierras y pigmentos. Se vuelve a bruñir con el cuarzo para fijar la decoración y darle su característico brillo mate.
Se quema con leña, anteriormente se utilizaba más la raja.

La loza era mayormente utilitaria y las máscaras de barro para la danza de los Tastoanes son rituales.

La fama de Tonalá permitió una producción constante durante varios siglos; aumentó considerablemente en la segunda mitad del siglo XX, con un incremento en el número de familias que se dedicaban a este trabajo. En la actualidad la demanda tiende a decrecer.

Desde 1975 Carlos Espejel hacía notar que el desarrollo urbano de Guadalajara hacia Tonalá estaba sepultando una gran cantidad de vetas de arcillas de gran plasticidad, impactando la calidad de las piezas. Las autoridades no las han protejido como parte de un patrimonio. Cada vez es necesario ir más lejos para encontrar barro.

Desde el siglo XVII fue reconocida la belleza y singularidad de los tonaltecas, encontrándose ejemplos en el Museo de América, en Madrid, España.
El Premio Nacional de Ciencias y Artes en el Campo VI, Artes y Tradiciones Populares de 2007, fue otorgado a 27 alfareros agrupados en el grupo Tradición Tonalteca, representando las seis técnicas utilizadas en el municipio.
Diversos alfareros han obtenido el Galardón Presidencial en el Premio Nacional de la Cerámica de Tlaquepaque, instituido en 1977.
Ángel Santos Juárez y Salvador Vázquez Carmona han sido reconocidos como Maestros del Arte Popular Mexicano por Fomento Cultural Banamex.

Mediano a alto. Son pocos los hijos de artesanos del barro bruñido que están continuando con la tradición, buscan otros oficios y carreras mejor remunerados y reconocidos.

Espejel, Carlos, Cerámica popular mexicana, Blume, Barcelona, 1975, pp. 169-183.
Artes de México: cerámica de Tonalá, México, núm. 14, 1998.
Grandes maestros del arte popular mexicano: Colección Fomento Cultural Banamex, México, 2003, pp. 52-54, 104-107.