La voluntad del asombro frente a lo familiar y cotidiano define la delicada percepción poética de Antonio Deltoro, quien halla en los acontecimientos diarios, sensaciones y pensamientos extraordinarios, el asombro abre su ser a otra realidad que es más intensa. El asombro no estriba tan sólo en vivir lo que hemos vivido toda la vida como si fuera la primera vez, sino también en vivir la repetición, lúcida y conscientemente, como un milagro, como un resplandor.